Hay veces que algún participante de una reunión empieza a hablar de su caso personal. No aporta a la conversación. No da nuevos puntos de vista. Simplemente cuenta su historia. Si se viene a una reunión… después de todo en las reuniones se suele hablar y escuchar, ¿no? Hay poco que podamos hacer para evitarlo, salvo dejar a esa persona hablar, esperar a que termine y luego seguir con la reunión. Paciencia y educación. Todos necesitamos ser escuchados de vez en cuando.
En caso de que tengas que interrumpir a esa persona, te vendría bien tener claro el objetivo de la reunión y recordarlo para reconducir el dialogo… Eso sí, siempre después de que haya contado su historia. Si no, estamos condenados a que vuelva a la carga con su caso personal.