Una de las primeras cosas que necesitamos para transmitir un mensaje es empatía o conexión. Tenemos que estar sintonizados con la otra persona. Necesitamos saber que hay algo en la otra persona que hace que puedas aceptar su explicación de su punto de vista. Si no existe eso, tu mensaje va a ser más difícil de llegar al destinatario.
Te pongo un ejemplo: Imagina una persona con la que no tienes nada en común, que no soportas, que no te gusta su manera de vestir ni su manera de expresarse. Ahora imagínate que te va a contar un chiste… ¿Le vas a hacer caso? ¿De verdad vas a estar predispuesto a que te haga gracia?
En la comunicación personal
Ahora bien… imagínate esa misma persona, pero con la que compartes una afición… puede ser la música, una película que os gusta a los dos, un lugar de vacaciones que a los dos os vuelve locos. Y ahora imagina que viene a contarte algo sobre ese punto común que tenéis: ahora sí que vas a estar más predispuesto a hacerle caso.
Una vez que sabes que tenéis ese punto en común, estarás más receptivo a otros mensajes que vengan de esa persona. Esto seguro que lo has vivido en alguna comida en la que te has sentado con alguien que no conocías… una boda, una comida de empresa, etc. Normalmente las primeras aproximaciones son para descubrir algo de los interlocutores, y una vez que tienes eso empiezas a hablar de más cosas. Esto lo hacemos de manera inconsciente, casi por educación.
En la comunicación de uno a muchos
Lo mismo ocurre cuando tú vas a comunicar algo a una audiencia. Imagínate que tú eres un jefe de equipo y tienes que explicar algo a un equipo de otro departamento diferente, o incluso de otra empresa, puede que incluso tengáis alguna rivalidad o se espere que vayas a dar malas noticias. No vas a tener la audiencia más interesada ni positiva. Más bien estarán pensando que no tienes ni idea de lo que vas a hablar.
Si te encuentras en esta situación, lo primero que tienes que hacer es mostrar a tu audiencia las cosas que tenéis en común. Eso hará que la comunicación sea más fluida.
Ten en cuenta que esto sólo es útil si realmente te tienes que enfrentar a un público difícil, que te esperas que les cueste empatizar contigo. Por ejemplo si tienes que comunicar malas noticias a un departamento o similar. Si necesitas buscar algo en común, puedes hacer en privado este ejercicio que propuse para encontrar puntos comunes. Y cuando empieces tu mensaje, explicar desde ese punto común el razonamiento que lleva a que tengas que comunicar ese mensaje, y luego al mensaje en si mismo.
Por otro lado, si tú y tu audiencia ya tenéis puntos en común (os conocéis de antemano, es una reunión periódica, el público ha acudido de manera voluntaria a aprender, quieren conocer tu opinión, etc.) no es necesario recordarlo. El público estará dispuesto a escucharte directamente porque ya tendréis ese punto común.