Hay rachas en que me veo trabajar como un apagafuegos. Es decir, sólo puedo trabajar en lo que realmente hay que hacer ya para que no vayan a peor.
Alguien llama… «¿Que necesitan el documento ya?»… Pues apago el fuego rápido y les mando el documento ya… Luego otro llama y dice «Estoy bloqueado porque no han decidido cómo hacer el informe»… Pues dejo en lo que estoy y localizo al teléfono a la persona que tiene que decidir… y demás. Ante esta situación, las tareas, planificaciones y prioridades que pudieras tener desaparecen,abrumados por el día a día.
Todo lo último parece lo más importante y lo más urgente. Vamos, un LIFO ( last in, first out) para los que lo entiendan 😉 Sin embargo, esa percepción no es real, y puede que tengas tareas importantes sin fecha límite que se pierdan entre tantos fuegos.
Ahora estoy en una racha de esas… y acabo de tomar una decisión para que este modo de trabajar me ayude. A partir de ahora, voy a poner una fecha de vencimiento a todas las tareas nuevas. De esta forma, aunque me vuelva a encontrar en una racha de estas, no se me va a olvidar una tarea sin fecha entre tanta tarea con fecha límite.
¿Vosotros os habéis encontrado en situaciones similares? Decidme que sí, y así me sentiré menos solo en estos días inciertos 😉