Todos tenemos nuestros hábitos… Algunos buenos y otros malos… A veces perdemos unos y ganamos otros sin darnos cuenta… Pero… ¿Cómo incorporar nuevos?
Muy fácil… con Autodisciplina… Sí, ya se lo que estáis pensando… Pero creo que he tengo un método para conseguirla.
Yo pensaba… Ja, ja… Autodisciplina… Si yo tubiera autodisciplina, no estaría este blog sin entradas durante un año como ha estado 😉 Sin embargo voy a intentarlo (una vez más)
En nuestra búsqueda de ser casi organizados, debemos cambiar nuestros hábitos, mediante autodisciplina.
Al documentarme, he encontrado un artículo que nos comenta que para cultivar nuestra autodisciplina debemos tener confianza, autoestima, practicar diferentes disciplinas mentales, valorar los sacrificios, fijarnos en los pequeños detalles,… ¡Qué bonito! Sin embargo, eso no me parece demasiado práctico. Despues de todo es lo que siempre intento en año nuevo
Tambien he encontrado este otro que encaja mejor conmigo. Aquí dice que para cambiar nuestros hábitos debemos fijarnos un objetivo personal y lanzarse a lograrlo. Si al final no lo conseguimos, puede que sea porque el objetivo no era tan importante para nosotros y hemos preferido (subconsientemente) vivir sin lograrlo.
¿Qué os parece? Yo, para empezar, me he puesto un objetivo personal… Y ya os contaré si consigo cambiar mis hábitos.
En resumen:
La autodisciplina no es un fin, es un medio para conseguir un fin.
Primero, fijate el objetivo. Si el objetivo está bien fijado, la autodisciplina llegará sóla.