Según la RAE, prioridad es: «Anterioridad de algo respecto de otra cosa, en tiempo o en orden.» Efectivamente, asignar una prioridad u otra a una tarea nos tiene que servir para saber qué hay que hacer antes, y qué hay que hacer despues.
El resultado de priorizar nuestras tareas, es tener una lista de tareas ordenadas, de forma que cuando no sepamos qué hacer, cogamos la lista y empecemos a resolverlas empezando por la primera y acabando por la última.
El método más sencillo es el que nos propone Outlook por defecto: Alta, Normal, Baja.
- Así que… ya tenemos una lista de tareas priorizadas… pero… de entre las tareas de prioridad Alta… ¿Cuál hacemos antes?
- ¡Qué tontería! -puede que pienses. Sin embargo es importante, ya que tenemos que estar seguros de que el orden que aparece es el bueno.
Si nos ponemos a hacer la primera tarea y tenemos la sensación de que deberíamos haber hecho otra que está más abajo antes… puede que estén ocurriendo varias cosas:
- que sólo nos pase una vez, o con cosas sin importancia: En este caso, olvídalo. Vas bien. Sigue con tu método y lo irás perfeccionando poco a poco.
- que nuestro umbral de importancia «Alta» sea demasiado bajo, y pongamos como «Alta» tareas que realmente no son tan «Alta» como otras que son realmente «Muy Alta»: En este caso quizá deberías volver a priorizar tus tareas teniendo en cuenta este baremo, y ser menos alarmista con las tareas.
- que necesitemos usar otra clasificación paralela, que nos permita decidir qué tareas de prioridad Alta son más importante hacer para nosotros: En este caso, inventante otra columna que represente el área de trabajo, o el cliente, o incluso si lo puedes hacer sólo o no, que te permita decidir qué hacer primero. Una opción muy útil a veces es la fecha en que se creó la tarea, para empezar con las más antiguas primero.
- que no se te de bien esto de priorizar (como a todos): En este caso, no te preocupes. No se tomó Zamora en una hora. Al menos has hecho una lista y la has priorizado. Eso es más de lo que ha hecho mucha gente que se lamenta por no ser «casi organizados» y no hacen nada para solucionarlo. Sigue intentandolo. Poco a poco irás mejorando tu visión de tu propio trabajo y acertarás más.
En resumen, recuerda que una tarea tiene importancia «Alta» sólo porque hay que hacerla antes de cualquier otra de importancia «Normal», y las de importancia «Normal» hay que hacerlas antes de las de importancia «Baja».
Sencillo, ¿no? Ja 😉 Espero comentarios con vuestras experiencias
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